Fibra de PLA como agente taponador temporal en yacimientos petrolíferos

1. Resumen de materiales

El ácido poliláctico (PLA) es un polímero biodegradable derivado de recursos renovables como el almidón de maíz. Su respeto por el medio ambiente y su degradabilidad lo convierten en una opción atractiva para aplicaciones de taponamiento temporal en operaciones de petróleo y gas.

Puentear y taponar fracturas: Las fibras penetran en las zonas de alta permeabilidad y en las fracturas, donde se entrelazan para formar una red que sella eficazmente las vías.

Mejora la resistencia del gel: La incorporación de fibras de PLA a geles poliméricos, como los formados por alginato sódico y aminogelatina, crea una red tridimensional. Esta estructura aumenta la fuerza y la resistencia al calor del gel, permitiéndole sellar fracturas de hasta 1 mm de ancho a temperaturas de 120 °C y presiones de 5 MPa.

Degradabilidad

La biodegradabilidad del PLA es una ventaja significativa:

Degradación hidrolítica: El PLA se hidroliza y se descompone en monómeros de ácido láctico.

Descomposición microbiana: Los microorganismos degradan el ácido láctico en dióxido de carbono y agua.

Marco temporal: La degradación completa suele producirse en unos 60 días. Sin embargo, el proceso puede acelerarse añadiendo aceleradores de la degradación.

Consideraciones sobre la aplicación

Desafíos de la dispersión: Las concentraciones más elevadas de fibras de PLA pueden provocar problemas de dispersión, afectando potencialmente a la uniformidad del agente taponador.

Factores de coste: Aunque son beneficiosos para el medio ambiente, los sistemas basados en PLA pueden tener costes más elevados que los materiales tradicionales.

Retirada postoperatoria: La naturaleza degradable del PLA garantiza que el material de taponamiento no requiera extracción mecánica, lo que reduce el riesgo de daños en la formación.

Escena 1: Fabricación de papel

Escena 2: Campo petrolífero